Dennisse Montañez
Una tragedia golpeó este fin de semana al campamento de verano cristiano Mystic, situado junto al río Guadalupe, en el centro-sur de Texas, cuando una inundación repentina arrasó las instalaciones y cobró la vida de al menos 27 personas, entre ellas niños y personal del campamento. El desastre forma parte de una emergencia regional por lluvias torrenciales que, hasta ahora, ha dejado un saldo total de 82 fallecidos en varios condados del estado.
La corriente del río, desbordada por precipitaciones inusualmente intensas, arrastró cabañas y dejó decenas de personas atrapadas. Muchas de las víctimas mortales formaban parte del grupo que se alojaba en el campamento Mystic, el cual confirmó la cifra a través de un comunicado difundido este lunes.
"Estamos devastados. Esta pérdida nos ha afectado profundamente y nos unimos en oración a las familias que enfrentan lo inimaginable", declaró la organización. En su mensaje, agradecieron también la colaboración de rescatistas y autoridades, y solicitaron espacio para que las familias puedan procesar su duelo en privado.
Los trabajos de búsqueda continúan con la participación de equipos estatales y locales, que no han cesado sus esfuerzos para ubicar a personas que siguen desaparecidas. Las autoridades mantienen activa la alerta en la región debido a la posibilidad de más crecidas súbitas, mientras los daños se siguen evaluando.
El alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha Jr., indicó que en su jurisdicción han sido recuperados 68 cuerpos, de los cuales 28 son menores de edad. Lamentablemente, una parte de las víctimas aún no ha podido ser identificada.
Otras 14 muertes se reportaron en condados vecinos: seis en Travis, tres en Burnet, dos en Kendall, dos en Williamson y una en Tom Green, según información compartida por el medio CNN.
El estado de Texas enfrenta una emergencia sin precedentes, mientras comunidades enteras se movilizan para asistir a las familias afectadas por esta catástrofe natural.