Dennisse Montañez
El gobierno del presidente Donald Trump ha comenzado a enviar cartas con mensajes explícitamente intimidatorios a niños migrantes no acompañados, generando alarma entre defensores de derechos humanos y familias migrantes en Estados Unidos.
Las misivas, firmadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), contienen frases como:
“Es hora de que salgas de Estados Unidos. Si no sales de inmediato, estarás sujeto a posibles medidas policiales que resultarán en tu deportación. No intentes permanecer ilegalmente en Estados Unidos: el gobierno federal te encontrará.”
El lenguaje ha sido calificado por organizaciones legales como “una forma directa de intimidación institucional”, especialmente porque los destinatarios son menores de edad, muchos de los cuales fueron reunificados con familiares tras ingresar legalmente bajo programas humanitarios durante administraciones anteriores.
Las cartas comenzaron a recibirse en diversas zonas del país, principalmente en el estado de Illinois, donde líderes comunitarios, escuelas y defensores civiles han denunciado el impacto psicológico y legal de estos documentos. Algunas familias reportaron que los menores entraron en crisis emocional tras recibir el aviso.
De acuerdo con abogados consultados por medios como EFE y Swissinfo, las notificaciones son parte de una estrategia más amplia del presidente Trump para restaurar su política migratoria de línea dura, ahora en su segundo mandato. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, ha firmado múltiples órdenes ejecutivas que eliminan protecciones para migrantes, restringen solicitudes de asilo y amplían las deportaciones aceleradas.
Los menores afectados son, en muchos casos, beneficiarios de medidas de protección temporal o en proceso de regularización. A pesar de ello, el gobierno federal ha revocado sus permisos de permanencia condicional y les exige abandonar el país en un plazo breve.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y el Centro Nacional de Ley de Inmigración (NILC) han advertido que esta acción podría violar los derechos de los niños protegidos por convenios internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño, además de faltar al debido proceso.
“Esto no solo es legalmente cuestionable, sino éticamente inaceptable”, declaró una abogada de inmigración en Chicago. “No se puede tratar a un menor como si fuera un criminal fugitivo”.
Por ahora, ni ICE ni el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han emitido comentarios oficiales sobre el número exacto de cartas enviadas, pero fuentes cercanas al proceso confirman que la campaña es nacional y continuará en los próximos meses.