Dennisse Montañez
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría evaluando una posible ofensiva militar contra instalaciones nucleares iraníes, con el uso de la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP), la bomba no nuclear más poderosa del arsenal estadounidense. Esta decisión se analiza en medio de la creciente tensión entre Israel e Irán y de informes de inteligencia que apuntan a un avance crítico en el programa atómico de Teherán.
De acuerdo con reportes del Washington Post y la revista Time, Trump ha solicitado a sus asesores militares un plan operativo que contemple el uso del MOP contra sitios subterráneos como la planta de enriquecimiento de Fordow, ubicada al norte de Qom en Irán, a más de 70 metros de profundidad.
¿Qué es la GBU-57 MOP?
La GBU-57 MOP es un proyectil guiado de 13.6 toneladas, diseñado específicamente para perforar instalaciones protegidas por concreto y roca, como los búnkeres donde Irán presuntamente oculta centrifugadoras avanzadas y material nuclear altamente enriquecido. Esta bomba solo puede ser lanzada desde un bombardero B-2 Spirit, un avión furtivo que ya ha sido movilizado a bases estadounidenses en el Golfo Pérsico.
Especialistas señalan que esta arma es la única capaz de destruir completamente sitios como Fordow o Natanz ( instalaciones nucleares clave de Irán ) sin recurrir a armamento nuclear.
Declaraciones de Trump y apoyo a Israel
En un evento reciente en Florida, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia directa a Irán, al señalar que, de confirmarse que el régimen está enriqueciendo uranio a niveles cercanos al 90 % de pureza, “la única respuesta posible será la rendición incondicional de su régimen”. Alcanzar ese nivel de enriquecimiento implica que Irán estaría técnicamente capacitado para construir una bomba nuclear, ya que el umbral del 90 % marca el punto en que el uranio es considerado apto para uso militar.
Trump también reafirmó su respaldo total al gobierno de Israel, afirmando que “Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados si nuestros aliados están en peligro”. Sus declaraciones se dan en un contexto de alta tensión en Medio Oriente, con señales de que Teherán continúa avanzando en su programa atómico pese a las advertencias internacionales.
En las últimas semanas, la cooperación militar entre Estados Unidos e Israel se ha intensificado con ejercicios conjuntos y el despliegue de activos estratégicos estadounidenses en el Golfo Pérsico, como bombarderos furtivos B-2 y unidades navales. Estos movimientos son interpretados como una muestra de preparación militar frente a una eventual escalada del conflicto o ante un posible ataque preventivo a las instalaciones nucleares iraníes.
La posibilidad de un ataque con una bomba rompebúnkeres ha generado inquietud en la comunidad internacional. La Unión Europea y Naciones Unidas han pedido contención y una vuelta a la diplomacia, mientras que Irán ha advertido que responderá “con fuerza total” a cualquier agresión contra su soberanía.
Organismos de inteligencia internacionales también advierten que grupos aliados de Irán en Líbano, Siria e Irak podrían activar represalias inmediatas contra intereses estadounidenses e israelíes si se concreta un bombardeo.
Un escenario de alto riesgo
Aunque no existe confirmación oficial de una operación inminente, el hecho de que el Pentágono haya trasladado bombarderos B-2 y activado rutas de vuelo estratégicas en Medio Oriente indica que la preparación militar está avanzada. Además, reportes señalan que municiones MOP ya se encuentran posicionadas en bases estadounidenses en Catar y Diego García.
Analistas políticos advierten que un ataque de esta magnitud podría desencadenar un conflicto regional a gran escala, con consecuencias impredecibles para la seguridad global.
La evaluación de una acción militar directa contra Irán por parte de Donald Trump marca un punto crítico en el actual conflicto en Medio Oriente. La posibilidad de utilizar armamento diseñado específicamente para destruir instalaciones nucleares subterráneas eleva considerablemente el riesgo de una confrontación internacional de grandes proporciones.