Dennisse Montañez
Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, se declaró culpable este viernes ante la Corte del Distrito Norte de Illinois, en Chicago, por diversos cargos relacionados con el narcotráfico, tráfico de armas, lavado de dinero y crimen organizado. El movimiento legal forma parte de un acuerdo con las autoridades estadounidenses, con el que busca reducir su condena a cambio de cooperación judicial.
La audiencia, presidida por la jueza Sharon Johnson Coleman, formalizó lo que desde hace días se anticipaba: el heredero de una de las facciones más poderosas del Cártel de Sinaloa aceptó su responsabilidad en múltiples delitos de alto impacto transnacional.
El Departamento de Justicia de EE.UU. le imputa:
-Conspiración para importar y distribuir fentanilo, cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana
-Participación en una empresa criminal continua, ligada a “Los Chapitos”
-Lavado de dinero a gran escala
-Posesión y uso de armas de fuego
Como parte del acuerdo, Guzmán López también deberá pagar una multa de 80 millones de dólares y podría colaborar con autoridades estadounidenses, testificando contra otros miembros del Cártel de Sinaloa u operadores vinculados a la red.
El “Culiacanazo”: el antes y después de su figura pública
El nombre de Ovidio Guzmán irrumpió con fuerza en la opinión pública el 17 de octubre de 2019, cuando fue brevemente capturado por fuerzas federales mexicanas en Culiacán, Sinaloa. Su arresto provocó una ola de violencia sin precedentes en la ciudad: sicarios armados bloquearon calles, atacaron instalaciones militares y causaron pánico generalizado.
Ese día, conocido como el “Culiacanazo”, terminó con la liberación de Ovidio por orden presidencial, con el argumento de evitar una masacre. Aquel evento evidenció el poder operativo del Cártel de Sinaloa y fue considerado un golpe a la estrategia de seguridad nacional.
Tres años más tarde, el 5 de enero de 2023, Ovidio fue recapturado en una operación militar en Jesús María, Sinaloa, tras un enfrentamiento que dejó al menos 29 muertos. Su extradición a EE.UU. se concretó en septiembre de 2023, bajo fuertes medidas de seguridad.
Analistas consideran que su declaración de culpabilidad podría abrir nuevas investigaciones sobre el resto de los “Chapitos” Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín Guzmán Salazar y ampliar la cooperación entre México y EE.UU. en materia de fentanilo, una crisis de salud pública en ascenso en Norteamérica.
El caso de Ovidio Guzmán simboliza el choque entre la justicia internacional y los remanentes de uno de los imperios criminales más poderosos del continente. 