Dennisse Montañez
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno analiza la posibilidad de imponer aranceles o cuotas compensatorias a las importaciones de pollo y pierna de cerdo procedentes de Estados Unidos, como respuesta al reciente arancel del 20.91 % que Washington impuso al jitomate mexicano.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que México está evaluando medidas de reciprocidad comercial ante lo que consideró una acción unilateral e injustificada por parte de Estados Unidos.
“México siempre tiene esa posibilidad de aplicar sanciones, en este caso, en productos como el pollo o la carne de cerdo”, señaló la mandataria.
La Secretaría de Economía confirmó que las investigaciones por dumping sobre carne de pollo y pierna de cerdo estadounidense están activas, y que en su momento se podrían traducir en sanciones si se comprueba competencia desleal. En el caso del pollo, México ya había determinado en 2012 que existían prácticas de dumping, pero decidió no imponer medidas en aquel entonces debido a un acuerdo bilateral.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció recientemente un arancel de casi 21 % a las exportaciones de jitomate mexicano, argumentando que el producto está siendo vendido a precios por debajo del valor justo, lo que afecta a productores estadounidenses. La medida entró en vigor el 14 de julio de 2025.
México exporta anualmente más de 2 mil millones de dólares en jitomates frescos a Estados Unidos, por lo que el nuevo gravamen representa un fuerte golpe para el sector agrícola nacional.
¿Qué podría pasar?
Ante este escenario, el gobierno mexicano contempla las siguientes medidas:
-Imposición de cuotas compensatorias al pollo y la pierna de cerdo de origen estadounidense, si se confirma la práctica de dumping.
-Inicio de consultas bilaterales en el marco del T-MEC, con un plazo de hasta 90 días para alcanzar una solución negociada.
-Protección al mercado interno, con posibles apoyos a productores nacionales afectados por la medida de EU.
Tanto el jitomate mexicano como la carne de cerdo y pollo estadounidense forman parte del intercambio agroalimentario más importante entre ambos países. Especialistas advierten que una escalada comercial podría afectar precios al consumidor en ambos lados de la frontera y generar tensiones en sectores clave para la seguridad alimentaria.
Claudia Sheinbaum subrayó que México buscará mantener el diálogo abierto con la administración estadounidense, pero dejó claro que no descarta medidas de defensa comercial si no se logra una solución favorable para los productores nacionales.