Redacción.-
El gobierno de Grecia ha declarado el estado de emergencia en la isla de Ánafe, ubicada en el archipiélago de las Cícladas, debido a una intensa actividad sísmica que afecta la zona del mar Egeo desde hace tres semanas. Esta medida, que permanecerá vigente al menos hasta el 13 de marzo, se suma a las declaraciones previas en Santorini y Amorgos, afectadas por temblores similares. Decenas de sismos continúan registrándose en la región, aunque en las últimas horas no se han superado los 4 grados de magnitud.
Desde el 26 de enero hasta el 8 de febrero, la región ha experimentado más de 12,800 temblores, lo que ha llevado al cierre de escuelas en varias islas y al éxodo de miles de habitantes de Santorini, un importante destino turístico. A pesar de la alta sismicidad, expertos han señalado una posible estabilización del fenómeno, aunque aún es pronto para confirmar una tendencia a la baja en la actividad sísmica.
Probabilidad de sismo de gran magnitud
Sin embargo, algunos especialistas advierten que la aparente calma podría preceder a un terremoto de mayor magnitud. Se estima que un sismo de hasta 6 grados es una posibilidad realista, aunque existe un bajo riesgo de que la magnitud alcance los 7 grados, lo que podría generar un tsunami y causar daños significativos. Las construcciones ilegales en Santorini, muchas de ellas sobre la caldera volcánica, han sido señaladas como un factor de riesgo en caso de un evento sísmico mayor.
Los sismos se originan en la falla submarina de Ánydros, entre Santorini y Amorgos, y no están relacionados directamente con los volcanes cercanos, aunque los expertos advierten que la actividad tectónica podría influir en su reactivación. Ante esta situación, las autoridades continúan monitoreando la evolución del fenómeno y tomando medidas preventivas para mitigar posibles daños
