Dennisse Montañez
Con una visión clara y un plan estratégico definido, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), encabezada por Rommel Pacheco, ha trazado el camino para que México tenga una actuación histórica en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Para lograrlo, Conade ha perfilado cinco deportes prioritarios con mayores posibilidades de subir al podio: clavados, tiro con arco, judo, boxeo y taekwondo. La selección no es casualidad; cada uno de estos deportes fue protagonista en París 2024, donde México obtuvo cinco preseas (tres de plata y dos de bronce), reafirmando su potencial competitivo.
Los clavados han sido el deporte más exitoso para México en la historia olímpica. En París 2024, Osmar Olvera deslumbró con dos medallas, una de plata y otra de bronce, convirtiéndose en uno de los máximos referentes del nuevo ciclo olímpico. Este deporte recibirá un impulso adicional mediante eventos internacionales organizados en casa, con el objetivo de fortalecer la base competitiva. 
En tiro con arco, la medalla de bronce conseguida por el equipo femenil en París confirmó que la arquería mexicana está en un gran momento. Con figuras jóvenes como Matías Grande, que ya destacan a nivel continental, el futuro se muestra prometedor. Además, México será sede de las Copas del Mundo Indoor de tiro con arco entre 2026 y 2028, fortaleciendo el fogueo internacional.
En judo, la plata obtenida por Prisca Awiti marcó un antes y un después en la historia del judo mexicano, siendo la primera medalla olímpica en este deporte. Este logro histórico ha posicionado al judo como una disciplina emergente con grandes posibilidades en Los Ángeles.
En boxeo, Marco Alonso Verde puso fin a una larga sequía al ganar plata en la categoría de 71 kg. El boxeo mexicano, con 14 medallas en su historial, ha recuperado fuerza y buscará consolidarse nuevamente como una potencia olímpica.
En taekwondo, Daniela Souza y una nueva generación de talentos han mantenido viva la llama del taekwondo. Con una sólida estructura federativa y múltiples logros internacionales, esta disciplina sigue siendo una apuesta segura para México.
Rommel Pacheco ha expresado que el objetivo va más allá de las medallas: se trata de construir un sistema deportivo sólido y sostenible. Por ello, también se contempla el crecimiento de disciplinas emergentes como el flag football, el softball y el béisbol, que podrían integrarse al plan olímpico si mantienen un alto nivel competitivo.
Conade está decidida a ofrecer condiciones óptimas para que los atletas mexicanos brillen como nunca en 2028. El camino ya comenzó, y la ilusión de una actuación histórica en Los Ángeles está más viva que nunca.
