Redacción
Este lunes 14 de julio entró en vigor un nuevo arancel del 17.09% a las importaciones de jitomate mexicano en Estados Unidos, una medida impulsada por el expresidente Donald Trump, que marca una reversión al acuerdo comercial firmado en 2019. La decisión, considerada una acción antidumping por parte del gobierno estadounidense, afectará directamente a los productores mexicanos y podría elevar los precios para los consumidores en ambos países.
De acuerdo con el Departamento de Comercio de EU, el sistema actual no protege adecuadamente a los agricultores estadounidenses frente a lo que califican como importaciones con precios artificialmente bajos. La imposición de esta tarifa busca "restablecer condiciones de competencia justas", según el comunicado oficial.
El gobierno de Trump alega que México ha estado vendiendo jitomates a precios que perjudican a los productores estadounidenses. La medida se basa en una orden antidumping que considera que el acuerdo vigente desde 2019 —el cual evitaba aranceles y establecía controles de precio y mecanismos de inspección— no ha sido suficiente para garantizar la competencia equitativa en el mercado.
Impacto directo en productores y consumidores
La aplicación de este arancel no solo amenaza a los productores mexicanos, sino que también repercutirá en los consumidores de Estados Unidos. El secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, advirtió que el jitomate, así como productos derivados como el kétchup o las salsas, tendrán precios más altos para el consumidor estadounidense.
“Sus tomates van a ser más caros. No nos pueden sustituir porque no hay muchos países que ofrezcan jitomates de alta calidad a precios competitivos”, afirmó Berdegué.
Dante Galeazzi, director ejecutivo de la Asociación Internacional de Productores de Texas, también advirtió sobre el posible desabasto durante el invierno y un aumento sostenido en los precios de verduras y alimentos frescos.
Las Exportaciones mexicanas caerían 5%
El Servicio de Agricultura Exterior del USDA anticipa una caída del 5% en las exportaciones mexicanas de jitomate hacia EU para 2025, consecuencia directa de una menor demanda provocada por el alza en los precios.
Además, legisladores estadounidenses han alertado que esta disminución afectaría empleos relacionados con la distribución y procesamiento del jitomate dentro del propio Estados Unidos.
En México, se prevé que algunos productores opten por diversificar sus cultivos hacia alternativas como bayas o variedades de calabazas de verano, para mitigar el impacto económico.
Por su parte la presidenta de México Claudia Sheinbaum expreso lo siguiente: "No hay sustituto para el jitomate mexicano, externando su confianza en que se alcanzará un acuerdo con el gobierno de Trump. Subrayó que Estados Unidos depende en gran medida del jitomate mexicano y que su producción interna no basta para cubrir la demanda.
“El jitomate mexicano es insustituible. Es difícil que Estados Unidos deje de importarlo porque no le alcanza su producción”, afirmó Sheinbaum. También informó que el secretario de Agricultura está en diálogo con gobernadores de estados clave, como Sinaloa, el principal productor del país.
Conclusión:
La reactivación del arancel al jitomate mexicano podría tensar nuevamente las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, en un contexto donde ambos países dependen mutuamente en el sector agroalimentario. Mientras los productores mexicanos evalúan alternativas, y los estadounidenses se preparan para precios más altos, las negociaciones diplomáticas serán clave en los próximos meses.