Litzy Guzmán.-
Michoacán se convirtió en una de las primeras entidades del país en prohibir oficialmente los narcocorridos en espectáculos públicos. La medida entró en vigor el jueves 17 de abril de 2025 y fue anunciada previamente, el 14 de abril, por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. Según explicó, la iniciativa forma parte de una estrategia integral para reducir los niveles de violencia en el estado.
Durante su conferencia de prensa semanal, Ramírez Bedolla subrayó que “no es aceptable que en este tipo de eventos se glorifique a personas relacionadas con el crimen”. El decreto, sin embargo, no afecta los espacios privados, por lo que los ciudadanos podrán seguir escuchando este tipo de música en sus hogares o vehículos.
Texcoco, el caso que encendió el debate
La discusión pública en torno a los narcocorridos se reavivó tras un incidente ocurrido el 12 de abril durante la Feria Internacional del Caballo en Texcoco, Estado de México. El cantante Luis R. Conríquez fue agredido por el público luego de negarse a interpretar canciones del género, argumentando que acataba nuevas disposiciones estatales.
En redes sociales circularon videos del momento en que asistentes arrojaron objetos al escenario y dañaron su equipo. El artista había anunciado horas antes que modificaría su repertorio tras recibir un oficio de la Secretaría de Seguridad estatal, el cual advertía sobre posibles sanciones por apología del delito.
Días después, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que su gobierno no ha impuesto una prohibición oficial a los narcocorridos, pero sí busca promover contenidos alternativos que no fomenten la violencia, en línea con una estrategia de transformación cultural.
Ciudad de México también se suma a la regulación
En sintonía con la visión del gobierno federal, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció esta semana que se emitirá una directriz para limitar la presencia de música con contenido bélico —como los narcocorridos y corridos tumbados— en actos gubernamentales y espacios públicos de la capital.
Brugada destacó que el objetivo es evitar que mensajes violentos influyan en la población, especialmente en los jóvenes. “No podemos permitir que en los eventos, se proyecten imágenes de criminales que promueven una cultura aspiracional hacia la violencia, especialmente entre los jóvenes”, haciendo alusión a la controversia generada por el grupo Los Alegres del Barranco, quienes durante un concierto en Guadalajara mostraron imágenes de Nemesio Oseguera, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y de Joaquín El Chapo Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, expresó.
La ola de restricciones a este tipo de música marca un giro en las políticas culturales locales, con la intención de reducir la normalización de la violencia en el entretenimiento público.
Fuentes: Proceso, El País.