Valeria Rueda.-
El debate sobre la nueva reforma eléctrica propuesta por el gobierno mexicano sigue encendiendo los ánimos en el Senado, con voces críticas que ponen en duda su capacidad para abordar los problemas estructurales del sistema eléctrico nacional.
Durante la discusión en comisiones, senadores de partidos de oposición señalaron que la reforma no propone soluciones efectivas para la urgente modernización de la red eléctrica, uno de los factores fundamentales que contribuyen a los frecuentes apagones en diversas regiones del país. Además, alertaron sobre las graves consecuencias financieras que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podría enfrentar, ya que en 2024 acumuló pérdidas cercanas a los 172 mil millones de pesos y una deuda de 508 mil millones de pesos, equivalente al 1.5 % del PIB.
Los opositores también resaltaron el desajuste entre la demanda creciente de electricidad, que aumentó un 3.5 % entre 2022 y 2023, y la capacidad limitada de generación, que solo creció un 0.6 %, lo que, según especialistas, podría intensificar la crisis energética si no se implementan reformas profundas.
Finalmente, la promesa de la reforma de reducir las tarifas de luz y gasolina fue cuestionada, dado que experiencias pasadas en materia energética han dejado a la población con dudas sobre la efectividad de este tipo de compromisos.
La discusión sobre la reforma eléctrica sigue abierta en el Congreso, mientras persisten las incertidumbres sobre su viabilidad y los posibles efectos en la seguridad energética y la economía de los mexicanos.